El Instituto Torrente Ballester con una jornada de boccia ha acogido una jornada de boccia inclusivo en la que han participado 100 alumnos dentro del programa pionero Tod@s Incluid@s que promueve la inclusión de las personas con discapacidad a través del deporte, combinando actividades formativas, de sensibilización y competiciones adaptadas en ocho disciplinas deportivas y desarrollada por la Federación de Deporte Adaptado de Castilla y León.
Tod@s Incluid@s
El objetivo principal de la actividad, es dar visibilidad al deporte adaptado y fomentar la empatía entre los jóvenes. La boccia, un deporte paralímpico diseñado para personas con parálisis cerebral o discapacidad física severa en silla de ruedas, se asemeja a la petanca. Los alumnos del Instituto Torres Villarroel también han experimentado de primera mano el juego de la boccia conociendo sus reglas. A lo largo de la mañana, los participantes han recibido formación teórica y han practicado el deporte por parejas, guiados por técnicos especializados.
Jorge Valiente, concejal de Deportes, destacó la importancia de este tipo de iniciativas: «Lo más importante de las acciones en las que participan los alumnos de los diferentes centros educativos es que expriman al máximo la experiencia, ya que es una oportunidad única de trabajar la empatía a través del deporte y favorecer que todas las disciplinas paralímpicas tengan la visibilidad que necesitan para que las personas con discapacidad cuenten con esta herramienta para aumentar su bienestar social, emocional y físico».
Boccia
La boccia es un deporte cuya historia se remonta a la Grecia Clásica y que combina táctica y precisión en cada lanzamiento. Se juega de manera individual, en parejas o por equipos, sobre una pista rectangular. El objetivo es lanzar las bolas lo más cerca posible de la blanca, evitando que los rivales hagan lo mismo. Para ello, los jugadores pueden desplazar las bolas contrarias o proteger las propias. Cada movimiento requiere estrategia y control, convirtiendo cada partida en un desafío de habilidad.
Esta disciplina deportiva está diseñada para personas con parálisis cerebral, lesión cerebral o discapacidad física severa que usan silla de ruedas. Los jugadores se ubican en uno de los extremos de la pista y lanzan las bolas con la mano, el pie o con ayuda de una canaleta. Para garantizar la equidad, los deportistas se agrupan en distintas clases según su nivel de movilidad. Esta clasificación permite que todos compitan en igualdad de condiciones, fomentando la inclusión y la superación personal.
Cada jugador, pareja o equipo dispone de seis bolas por manga, y gana quien logre colocar la suya más cerca de la blanca. Además, se otorgan puntos extra por cada bola adicional que supere a la mejor del oponente. En competiciones individuales y por parejas se juegan cuatro mangas, mientras que los equipos disputan seis. Esta estructura permite mantener la emoción hasta el último lanzamiento. La precisión y la planificación son clave para conseguir la victoria en cada enfrentamiento.
Desde su inclusión en los Juegos Paralímpicos de Nueva York 1984, la boccia ha crecido en popularidad y se practica en todo el mundo. Recientemente, los eventos individuales han dejado de ser mixtos, estableciendo competiciones separadas para hombres y mujeres, con el objetivo de aumentar la participación femenina. Este deporte continúa evolucionando, ofreciendo oportunidades para que los atletas con discapacidad desarrollen sus habilidades y compitan al más alto nivel.
Esta jornada inclusiva ha supuesto una experiencia enriquecedora para los jóvenes participantes, contribuyendo a una sociedad más inclusiva y concienciada con la diversidad funcional a través del deporte.